Cierre de la entrada del apartamento de Carrie Bradshaw en Nueva York
La famosa entrada del número 66 de Perry Street, ubicada en el icónico West Village de Manhattan, que ha sido escenario de numerosos momentos memorables de *Sexo en Nueva York*, se enfrentará a un cambio significativo. La propietaria, Barbara Lorber, ha decidido poner fin a casi tres décadas de turismo constante tras la popularidad de la serie, que se estrenó el 6 de junio de 1998. Con la aprobación de las autoridades de la ciudad, se instalará una verja metálica que obstaculizará el acceso a lo que ella ha referido como su “escalera celebrity”.
Este espacio ha sido visitado por legiones de aficionados a la serie y por aquellos que se sienten atraídos por la figura de la protagonista, interpretada por Sarah Jessica Parker. La emblemática fachada ha sido un punto de encuentro para quienes buscan capturar la esencia de la serie, reviviendo así escenas icónicas en tacones Manolo Blahnik. Sin embargo, tras años de visitantes constantes, la propietaria ha expresado su agotamiento frente a esta situación.
La decisión de Lorber podría desencadenar una reacción de descontento entre los seguidores de la serie, quienes han convertido el lugar en un atractivo turístico indispensable en su recorrido por Nueva York. La realidad es que, al igual que muchas propiedades en áreas de gran afluencia turística, la vida privada de los propietarios puede verse impactada por la popularidad de la ficción.
Este suceso plantea una reflexión sobre el equilibrio entre el turismo y la privacidad de los residentes locales en zonas emblemáticas. La historia de Carrie Bradshaw y su estilo de vida glamoroso perdurará en la memoria de sus aficionados, pero el cierre de esta entrada marca el fin de una era para los admiradores que buscaban conectarse físicamente con el mundo que la serie creó.
La transformación de este espacio no solo representa un cambio físico, sino también un recordatorio de las realidades que enfrentan quienes habitan lugares convertidos en iconos culturales.
