La Unión Europea considera "segura" la sacarina y aumenta sus límites de consumo

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha decidido elevar los niveles máximos de consumo recomendado de la sacarina, un edulcorante que ha estado bajo la lupa en cuanto a su seguridad. En su último dictamen, la EFSA concluyó que este aditivo es “seguro para el consumo humano” y, de acuerdo con su evaluación, incrementó el indicador de ingesta diaria admisible (IDA) de cinco a nueve miligramos por kilo de peso corporal al día. Este cambio es significativo, ya que la IDA estipula la cantidad que una sustancia puede ser consumida de manera continua a lo largo de la vida sin presentar riesgos para la salud.

Este nuevo estándar refleja una revisión exhaustiva de la evidencia científica disponible acerca de la sacarina, un edulcorante artificial que ha generado controversia en el pasado y ha sido objeto de múltiples estudios sobre su seguridad y sus posibles efectos en el organismo. Con la modificación, la EFSA se une a una creciente tendencia de reconsideración sobre el uso de edulcorantes artificiales en la dieta de la población europea.

La decisión de la EFSA no solo impacta las recomendaciones sobre la sacarina, sino que puede tener implicaciones en la industria alimentaria, que ve en este tipo de edulcorantes una alternativa para ofrecer productos con menos azúcar, en un contexto donde el control del consumo de azúcares añadidos es cada vez más relevante.

A medida que avanza la discusión sobre la seguridad de los edulcorantes, es fundamental que los consumidores estén informados sobre las cantidades recomendadas y los posibles beneficios y riesgos asociados. Como señala la EFSA, el objetivo es que la sacárina se consuma de manera segura y sin preocupaciones para la salud pública.

La ciencia continúa trabajando para esclarecer los efectos a largo plazo de estos aditivos, y es esencial que tanto la población como las autoridades sanitarias mantengan un enfoque crítico y bien informado en el ámbito de la nutrición y la salud pública.