El conflicto entre facciones del Cartel de Sinaloa afecta el mercado inmobiliario de Culiacán

La reciente guerra interna entre los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada ha provocado una caída drástica en el mercado inmobiliario de Culiacán, Sinaloa. Este conflicto, que comenzó en septiembre de 2024, ha alterado el panorama económico de la región, donde los precios de las viviendas habían alcanzado niveles exorbitantes, variando entre dos y 20 millones de pesos, equivalentes a un millón de dólares. A pesar de que los salarios en esta área son de los más bajos en el país, el mercado inmobiliario había estado en auge, alimentado, en gran medida, por la compra de viviendas por parte de narcotraficantes.

Antes del estallido del conflicto, Culiacán experimentaba lo que se conocía como “narcogentrificación”, un fenómeno donde los altos precios de las propiedades eran impulsados por las actividades de los cárteles. Sin embargo, la situación actual revela que los propios narcotraficantes han dejado de adquirir inmuebles, lo que ha contribuido a la desaceleración del sector.

La violencia y la inestabilidad generadas por la guerra entre estas facciones del crimen organizado han hecho que el mercado inmobiliario se resienta, lo que pone en evidencia la relación entre la actividad del narco y los precios de la vivienda. Culiacán, que había sido un símbolo del crecimiento económico impulsado por el narcotráfico, ahora enfrenta serias dificultades ante la falta de compradores y la incertidumbre reinante en la región.

Como recomendación, es fundamental que las autoridades locales y el gobierno busquen estrategias para revitalizar el mercado, garantizando la seguridad y la estabilidad necesarias para fomentar la inversión en Culiacán. Mientras tanto, los ciudadanos de esta capital sinaloense deben mantenerse alertas ante los posibles cambios económicos que puedan surgir a raíz de este conflicto.